Apoteosis de 7 orejas y 2 rabos en Monterrey
| 11/11/2008 | Javier Ramírez |
Esperar dos años la presencia de Sebastián Castella en esta plaza, bien valió la pena, puesto que en su primera comparecencia en la Monumental Monterrey el francés se puso el frac y con su toreo puro y vertical, cautivó a la afición regiomontana.
Fue una tarde de triunfo para la tercia, pues entre Castella y los nacionales, Zotoluco y Joselito Adame, se repartieron siete orejas y dos rabos de un encierro de Begoña, propiedad de los empresarios de la plaza, que también verían con gozo el despertar del interés de la afición que provocó una asistencia de casi seis mil aficionados, una magnífica entrada si se considera el escaso público que ha acudido en tardes anteriores.
La tarde tuvo sus matices, ya que mientras Zotoluco le arrancó prácticamente los muletazos a un toro que se quedó parado y sin mayor suerte con el segundo de su lote que fue el malo del encierro, sus alternantes corrieron con mayor suerte y aprovecharon lo que les salió por la puerta de los sustos.
Castella esparció por la arena su calidad interpretativa, como cuando en el juego de brazos desmayó con sutileza los lances de recibo a “Vencedor”, esbozando el preludio de una gran faena.
Y no se equivocó pues en el tercio de muleta llevó embebida a la res, haciendo de aquella una faena muy importante, por su técnica y plasticidad que le imprimió a cada uno de sus pases.
Para entonces la afición ya se había entregado al diestro galo, quien con muletazos de trinchera o vitolinas, en la boca de riego, atrapaba al burel siguiendo el engaño en tandas cortas pero efectivas. La colocación trasera y tendida de la espada poco importó a los aficionados que exigieron al juez la concesión de la oreja.
La faena a su segundo toro tuvo menos transmisión al tendido, pero reunió la misma técnica que a su primero, pudiendo llevar a término una labor variada y con el regocijo de la gente que se prendió con el "Corrido de Monterrey" en las alturas. Castella mató de certero estoconazo y se agenció las dos orejas y el rabo.
A Joselito Adame le ha costado un poco de trabajo ganarse a la afición, pues después de que el europeo se había ido por delante, no le fue sencillo mantener el mismo tono de la tarde ante un ejemplar que desarrolló sentido y le empaló en dos ocasiones.
Para su mala fortuna caló en dos ocasiones al toro, antes de pasaportarlo de 18 golpes con el descabello, ocasionando que la galería le gritara insultos, mientras el juez le sonaba dos avisos.
El sexto de la tarde fue el toro de la jornada, y Adame lo aprovechó en los tres tercios de una manera absoluta, cambiando los pitos por ensordecedoras ovaciones.
Alegremente con la “Pelea de gallos” de su tierra natal, Joselito se erigió como otro triunfador de la tarde, al cortarle las orejas y el rabo después de un impresionante volapié que hizo rodar al toro patas arriba.
Zotoluco no había tenido suerte con los de su lote, así que herido en su orgullo regaló un sobrero al que le sometió en una faena voluntariosa, que firmó con estocada entera para sumarse a los triunfadores en la salida a hombros junto con el ganadero.
Ficha
Segunda corrida del Serial Taurino Internacional. Unas cinco mil 500 personas. 7 toros de Begoña, manejables en su conjunto, con excepción del 4o. que fue complicado. Pesos: 505, 490, 499, 482, 507, 487 y 469 kilos. Zotoluco: (tabaco y oro): Ovación, ovación y dos orejas en uno de regalo. Sebastián Castella (obispo y oro): Oreja y dos orejas y rabo. Joselito Adame (malva y oro): División de opiniones tras dos avisos y dos orejas y rabo.
Para ver el artículo en su versión original haga click.
Fue una tarde de triunfo para la tercia, pues entre Castella y los nacionales, Zotoluco y Joselito Adame, se repartieron siete orejas y dos rabos de un encierro de Begoña, propiedad de los empresarios de la plaza, que también verían con gozo el despertar del interés de la afición que provocó una asistencia de casi seis mil aficionados, una magnífica entrada si se considera el escaso público que ha acudido en tardes anteriores.
La tarde tuvo sus matices, ya que mientras Zotoluco le arrancó prácticamente los muletazos a un toro que se quedó parado y sin mayor suerte con el segundo de su lote que fue el malo del encierro, sus alternantes corrieron con mayor suerte y aprovecharon lo que les salió por la puerta de los sustos.
Castella esparció por la arena su calidad interpretativa, como cuando en el juego de brazos desmayó con sutileza los lances de recibo a “Vencedor”, esbozando el preludio de una gran faena.
Y no se equivocó pues en el tercio de muleta llevó embebida a la res, haciendo de aquella una faena muy importante, por su técnica y plasticidad que le imprimió a cada uno de sus pases.
Para entonces la afición ya se había entregado al diestro galo, quien con muletazos de trinchera o vitolinas, en la boca de riego, atrapaba al burel siguiendo el engaño en tandas cortas pero efectivas. La colocación trasera y tendida de la espada poco importó a los aficionados que exigieron al juez la concesión de la oreja.
La faena a su segundo toro tuvo menos transmisión al tendido, pero reunió la misma técnica que a su primero, pudiendo llevar a término una labor variada y con el regocijo de la gente que se prendió con el "Corrido de Monterrey" en las alturas. Castella mató de certero estoconazo y se agenció las dos orejas y el rabo.
A Joselito Adame le ha costado un poco de trabajo ganarse a la afición, pues después de que el europeo se había ido por delante, no le fue sencillo mantener el mismo tono de la tarde ante un ejemplar que desarrolló sentido y le empaló en dos ocasiones.
Para su mala fortuna caló en dos ocasiones al toro, antes de pasaportarlo de 18 golpes con el descabello, ocasionando que la galería le gritara insultos, mientras el juez le sonaba dos avisos.
El sexto de la tarde fue el toro de la jornada, y Adame lo aprovechó en los tres tercios de una manera absoluta, cambiando los pitos por ensordecedoras ovaciones.
Alegremente con la “Pelea de gallos” de su tierra natal, Joselito se erigió como otro triunfador de la tarde, al cortarle las orejas y el rabo después de un impresionante volapié que hizo rodar al toro patas arriba.
Zotoluco no había tenido suerte con los de su lote, así que herido en su orgullo regaló un sobrero al que le sometió en una faena voluntariosa, que firmó con estocada entera para sumarse a los triunfadores en la salida a hombros junto con el ganadero.
Ficha
Segunda corrida del Serial Taurino Internacional. Unas cinco mil 500 personas. 7 toros de Begoña, manejables en su conjunto, con excepción del 4o. que fue complicado. Pesos: 505, 490, 499, 482, 507, 487 y 469 kilos. Zotoluco: (tabaco y oro): Ovación, ovación y dos orejas en uno de regalo. Sebastián Castella (obispo y oro): Oreja y dos orejas y rabo. Joselito Adame (malva y oro): División de opiniones tras dos avisos y dos orejas y rabo.
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